Una
higiene dental adecuada nos permite prevenir enfermedades, y no sólo en los
dientes,
encías y
cavidad bucal; sino en otros órganos de nuestro cuerpo.
Hay que tener en cuenta que en al boca existen permanentemente bacterias. Estas forman sobre la superficie de los
dientes una fina capa llamada
placa bacteriana. Determinados alimentos, como los ricos en azúcares, cuando entran en contacto con las bacterias, se transforman en ácidos que atacan al
esmalte de los dientes, provocando las
caries.
Otras
enfermedades bucales, como la
gingivitis y la
periodontitis, alteran el soporte del hueso que sujeta al diente, pudiendo posteriormente tener como resultado la pérdida del mismo.
Si realizamos habitualmente una
limpieza bucodental adecuada, con las herramientas necesarias y dedicándole el debido tiempo, mantendremos a raya la placa dental con éxito. El peor enemigo de nuestros dientes.
Es aconsejable realizar tres veces diariamente, despuésdel desayuno, la comida y la cena:
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Limpieza de la lengua, pues es en ella donde se acumulan gran parte de las bacterias. Se puede realizar con el
cepillo dental, frotando con suavidad hacia delante,o usando un limpiador lingual.
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Limpieza de los espacios interdentales, mediante hilo de seda (si nuestros dientes están bastante juntos unos a otros), o con un cepillo interproximal (si los dientes están separados).
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Limpieza de dientes: Con el
cepillo dental y un dentífrico, eliminaremos los restos de alimentos y las bacterias. El primero, es aconsejable que sea de cabezal pequeño, para llegar fácilmente a todos los rincones y sustituirlo cada tres meses. El segundo, además de contener habitualmente en su fórmula, detergentes y saborizantes, lo podemos elegir con
flúor, como protección frente a las
caries, o con nitrato potásico, en el caso de que pretendamos combatir la sensibilidad.
Una vez realizada la limpieza de manera exhaustiva, es recomendable el uso de un
colutorio específico. Para la
halitosis, ricos en flúor, para combatir la
placa bacteriana.
Es importante conocer que los movimientos linguales y la producción de saliva, durante el día, contribuyen a
remover la placa bacteriana. Pero durante el sueño disminuyen tanto unos como otros, provocando la aparición de la placa dental. De ahí que la última limpieza del día, antes de acostarnos, sea la más importante.
Por último, hay que recordar que no hay que dejar de
visitar al dentista, al menos dos veces al año. Procurar no consumir excesivos dulces y mantener una dieta rica en calcio es otra medida que tus dientes agradecerán.